Artículo 7
Derecho a la igualdad ante la ley
Noticia
Despedida de una fundación humanitaria por estar embarazada
Sarah Youx ha sido despedida de la Fundación G3T, dedicada a la cooperación al desarrollo en Burundi, por estar embarazada.
El
25% de las mujeres que se quedan embarazadas son despedidas en España según un reciente estudio de la Fundación Madrina, dedicada a la atención de los problemas sociales derivados del embarazo, y que ha sido respaldado por la Comisión de Mujer e Igualdad de Género del Parlamento Europeo. Una cifra que llega a alcanzar el
50% cuando piden la jornada reducida tras dar a luz y reincorporarse al trabajo.
Sin embargo, según varios estudios, el embarazo sigue siendo la primera causa de despido y amenazas por parte de las empresas a las mujeres.
Éste es el caso de Sarah Youx, una francesa de 26 años residente en Barcelona y estudiante de un Máster de Cooperación al Desarrollo.
Sarah ha trabajado como voluntaria en Haifa en la organización Ittijah, dedicada a defender a los palestinos de la discriminación israelí, a través de la ONG española ACSUR Las Segovias. También tenía experiencia como profesora de francés y otros trabajos más ocasionales.
Hace tres meses hizo una entrevista para trabajar en la Fundación G3T. Primero me entrevistó el coordinador, y después el director de Recursos Humanos. Me preguntó cosas muy personales. Sabía desde hacía muy poco que estaba embarazada, estaba en el paro, necesitaba el trabajo y viendo las preguntas decidí no decir que estaba embarazada. Me hicieron un contrato indefinido con un mes de prueba”. El presidente de la Fundación Madrina y director de informe mencionado anteriormente, Conrado Giménez, nos explica que estas preguntas son ilegales porque ''atentan contra el derecho fundamental''.
Sarah pasó el mes de prueba sin problemas. Poco después Sara decidió contar que estaba esperando un bebé. “El coordinador se iba a marchar todo el mes de julio a Burundi, entonces decidí contarle con quince días de antelación a su viaje que estaba embarazada para ver cómo nos organizábamos. Se lo cuento y me dice que felicidades pero que no sabe cómo se lo va a tomar el director de Recursos Humanos que está de vacaciones”.
Una semana más tarde, el miércoles 23 de junio, el coordinador y el director de RRHH se reunieron con Sarah. “Me dijeron que mi trabajo no cumplía con las exigencias de la Fundación y que a partir de ese momento estaba despedida. Yo hacía bien mi trabajo, no tenían ningún motivo para despedirme. Me quedé muy confusa, no me había planteado en ningún momento que me fueran a despedir, me parecía tan fuerte que ni me lo planteé. Les dijé ’sabéis perfectamente que estoy embarazada, sabéis que esto tendrá consecuencias, una mujer en estado tiene derechos’…. Ellos no me escuchaban. Me dieron un papel para que lo firmara, me presionaron mucho. El documento decía que aceptaban que era un despido improcedente y que yo estoy conforme con el despido. Pero yo dije que no lo iba a firmar que me lo llevaba a casa y lo estudiaba. Entonces me dijeron muy bien, como quieras. Pero me sacaron un cheque con mi sueldo del mes de juni y los 230 euros de la indemnización, todo junto. Y me dijeron que para cobrar mi salario tenía que firmar otro papel que era el finiquito. Se me saltaron las lágrimas y empecé a decir joder, joder… No veía bien el papel, me decían que si no lo firmaba no me podía llevar el cheque… Y yo pensaba necesito mi sueldo, tengo veinte euros en la cuenta. Y lo firmé”. Periodismo humano se ha puesto en contacto con el director de Recursos Humanos de G3T, pero no quiso hacer declaraciones al respecto.
La mayoría de las veces las empresas no proceden directamente al despido sino al
mobbing, según Giménez. “Presionan para que la embarazada se vaya por su cuenta. Y muchas veces lo consiguen y se van con una mano delante y otra detrás”.
Sarah está embarazada de cinco meses. Va a ser niña. Lo cuenta con rabia: “que esto pase en Barcelona en pleno siglo XXI…”. Sarah se fue al sindicato CNT, donde le dijeron que tenían que readmitirla porque era un despido ilegal. También le dijeron que no cobrará el cheque. “Un despido nada tiene que ver con mi sueldo. Una cosa es que yo acepte la indemnización o no, pero mi sueldo me lo tendrían que haber dado independientemente”.
Según el estudio de la Fundación Madrina, sólo un 20% de las mujeres denuncian el
mobbing o los despidos por estar embarazada. “Esta claro que tienen que readmitirla, pero muchas no quieren volver a un sitio donde la han tratado así”,explica Giménez.
Los abogados de Sarah están ya llevando el asunto. Y no hay lugar a dudas. Es un despido ilegal. Pero la realidad sigue siendo que la maternidad sigue sin ser aceptada por las empresas o, en este caso, una fundación dedicada a la cooperación al desarrollo, como una etapa natural de la vida laboral de sus trabajadoras, sino como una enfermedad o un gasto evitable. Probablemente, la madre de Sarah no imaginaba que su hija tendría que volver a luchar contra obstáculos del pasado.
Artículo 8
Derecho a acudir a los tribunales.
Noticia
Holanda no cumple debidamente la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.
Así lo ha reflejado la organización de las NN.UU. para la infancia, UNICEF, y la organización Defence for Children en su primer informe anual sobre los derechos del niño. Se critica, sobre todo, el trato de niños que se encuentran ilegalmente en Holanda. Las organizaciones de asistencia social abogan por la instauración de un Defensor para la Niñez.
Es la primera vez que UNICEF y Defence for Children presentan un Informe Anual sobre los Derechos del Niño en Holanda. Cinco expertos han juzgado la manera en que Holanda trata temas como el maltrato infantil, asistencia social a jóvenes, derecho penal para menores, los niños ilegales y el derecho de menores a la salud. En tres de los cinco temas la situación en Holanda es insuficiente. Según el director de Defence for Children, Jan-Pieter Kleijburg, en Holanda se violan sobre todo los derechos de los niños que viven de forma ilegal.
Según la Convención, los niños ilegales no existen, señala Kleijburg. Dentro de las fronteras de un país, todos los niños tienen los mismos derechos, pero en Holanda sigue siendo un tema difícil mientras que fácilmente se podría arreglar, dice Kleijburg.
El trato hacia los menoresHolanda sigue encarcelando a los niños ilegales, a pesar de que con ello se vulneran los tratados internacionales. Otro tema que debería mejorarse es la lucha contra el maltrato de los niños.
Según Kleijburg, entre otros aspectos, no se presta la atención debida al tema de la ablación de las niñas. El director de Defense for Children cree que debería aumentar el número de psiquiatras para menores que han sufrido maltratados. Kleijburg señala que el informe anual no está dirigido solamente a las Autoridades.
Kleijburg explica que el informe insta a los políticos a respetar mejor los derechos del niño, pero también está destinado a los profesionales que tratan a los pequeños. Al mismo tiempo, está dirigido al aparato jurídico. Los jueces deberían utilizar mejor la Convención. Y los profesionales que trabajan con niños deberían estudiar los valores pedagógicos de la Convención, opina Kleijburg.
En Holanda no hay suficiente conocimiento de los derechos del niño, según las organizaciones que defienden los derechos del niño. Ellos mismos se sienten en parte responsables de ello, porque no han llamado la atención sobre el tema. En las escuelas se debería informar sobre la Convención para los Derechos del Niño, aprobado en 1989 por Naciones Unidas.
Artículo 9
Derecho contra las detenciones injustas
Noticia
27 años en prisión y era inocente.
La Asamblea Legislativa de Florida aprobó una indemnización de 1,3 millones para un hombre que pasó 27 años encarcelado por un crimen que no cometió.
William Dillon, de 52 años, recibió una sentencia de cadena perpetua pero fue indultado en 2008 al confirmarse, mediante las pruebas de ADN, que no era el asesino de un hombre en la costa este de Florida, crimen por el que fue condenado.
Gracias a la intervención de la organización Innocence Project, que presta ayuda en aquellos casos en los que las pruebas de ADN pueden determinar la inocencia del reo, Dillon logró su excarcelación.
Después de ser condenado, Dillon presentó varias apelaciones durante cinco años pero todas fueron rechazadas.
Más adelante pidió hacerse las pruebas de ADN. En la primera ocasión se le denegó la solicitud y en la segunda, los funcionarios determinaron que la mayoría de las evidencias del caso procedentes de la escena del crimen se habían extraviado o habían sido destruidas.
Sin embargo, existía una camisa con sangre del asesino y los resultados de las pruebas de ADN de la misma demostraron la inocencia de Dillon.
Este error en el sistema judicial no es un caso aislado en Estados Unidos. Al igual que en el proceso de Dillon, solamente en 2011 las pruebas de ADN sirvieron para exculpar, entre otros, a un inocente que pasó más de 30 años en prisión y a tres estadounidenses que estuvieron encarcelados durante 18 años.